En el documento “La contribución del digestato a la salud del suelo” elaborado por expertos de la Asociación Europea del Biogás (EBA) se revisa de forma exhaustiva la producción, uso y beneficios agronómicos y ambientales de este producto.
En el marco de las preocupaciones medioambientales y la transición hacia economías más sostenibles, la producción de biogás a través de la digestión anaeróbica ha ganado relevancia por la producción de energía renovable y también por el subproducto resultante: el digestato o digerido.
El digerido es un subproducto de la digestión anaeróbica que destaca por ser un fertilizante orgánico-mineral rico en nutrientes. Este compuesto ofrece una alternativa sostenible a los fertilizantes sintéticos, ayudando a mejorar la salud del suelo y la eficiencia en el uso de recursos, alineándose con la estrategia «de la granja a la mesa» y la gestión ambiental global de la UE.
El proceso por el que materias orgánicas como residuos domésticos, agrícolas o lodos de depuradora se transforman en biogás también produce el digerido, producto que mantiene la fracción mineral de las materias primas, siendo rico en nitrógeno, fósforo y potasio. La producción de digerido en Europa sigue creciendo, con estimaciones que indican un aumento significativo de aquí a 2050.
Uso agronómico del digerido
El digerido se utiliza principalmente como fertilizante orgánico en agricultura. Su aplicación incrementa la disponibilidad de nutrientes para las plantas y mejora significativamente la calidad del suelo mediante el aumento del contenido orgánico y la capacidad de retención de agua. Sin embargo, su manejo requiere cuidado para evitar la lixiviación de nitratos y otros impactos ambientales.
Además, el digestato contribuye positivamente al medio ambiente y al clima al reducir la necesidad de fertilizantes sintéticos. Acción que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y fomenta el secuestro de carbono en el suelo.
Estrategias de mercado y regulación
El documento también explora las estrategias de mercado y los casos de éxito en la comercialización del digerido, y el marco regulatorio en la UE para facilitar su uso y promover prácticas de gestión sostenible.
En el contexto de la bioeconomía circular, el digerido ha de considerarse un producto que proporciona beneficios tangibles tanto a nivel agrícola como ambiental. A medida que Europa avanza hacia metas más ambiciosas en materia de sostenibilidad, el digerido se perfila como un componente clave en el manejo sostenible de recursos y la mitigación del cambio climático.