La última mesa redonda del 17º Congreso Internacional de Bioenergía giró en torno a las estrategias necesarias para la gestión integral de los sustratos y el digerido en las plantas de biogás de forma sostenible y rentable.
La mesa redonda subrayó que garantizar el éxito de los proyectos requiere priorizar la integración de las plantas en el territorio y colaborar con el sector primario, asegurando que los beneficios se distribuyan de manera equitativa entre todos los agentes implicados.
La sostenibilidad y la rentabilidad deben ir de la mano; de esta manera, las plantas de biogás no solo se convierten en un generador de energía limpia, sino en un elemento esencial de la economía circular que ayuda a proteger el medio ambiente y a revitalizar las comunidades rurales.
Los panelistas fueron Begoña Ruiz, directora de Tecnologías en AINIA; Sebastián Farré, director de Noguera Renovables; Ángel Porta, gerente de la ingeniería Ecobiogás; y Blas Donis, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Palencia; moderados por David Fernández, vicepresidente de AEBIG.
Begoña Ruiz destacó que «una planta de biogás no es solo energía, es mucho más». En su opinión «tenemos que cambiar el chip y pensar en el digestato como un producto de valor, ver las plantas de biogás como plantas de gestión de nutrientes”. En este sentido, abogó por alentar la innovación tecnológica, destacando la implementación de membranas para la recuperación de nutrientes y la fermentación en estado sólido como métodos para agregar valor agronómico al digerido.
Simbiosis industrial: el motor del éxito
Sebastián Farré compartió la evolución de su proyecto, que nació en 2012 para resolver una problemática en la gestión de residuos de una explotación ganadera. Resaltó la importancia de la «simbiosis industrial», como motor de éxito en los proyectos de biogás. «Aquí se ha juntado el sector primario, que tenía una problemática en la gestión de los residuos, con empresas expertas en energías renovables y tecnologías industriales», señaló.
Además, subrayó que entender la naturaleza de los residuos y su tratamiento adecuado es clave para optimizar la viabilidad y sostenibilidad de los proyectos
Por su parte, Ángel Porta coincidió en que el éxito del biogás no puede centrarse solo en la energía: «El tema energético es la excusa para hacer una economía circular y sostenible en el territorio». Porta destacó la importancia de integrar estos proyectos en las comunidades locales sin causar molestias, afirmando que «tenemos que ser parte de la solución, no del problema». También alertó sobre el riesgo de no planificar adecuadamente el origen de la materia prima: «No los tenemos que traer de 300 kilómetros. Tenemos que hacer cosas razonables»; o el uso del digerido: “aplicar correctamente en campos cercanos es «la estrategia más económica y sostenible».
El sector agrario: un pilar fundamental
Por último, Blas Donis habló en representación del sector agrario, recordando la importancia de los agricultores y ganaderos para el éxito de los proyectos de biogás: «Sin agricultores y ganaderos, no habrá biogás».
Donis hizo hincapié en la importancia de evitar imponer soluciones desde fuera: «La mejor entrada es el diálogo, no vender humo», sugiriendo que es clave acercar los proyectos al territorio y explicar claramente los beneficios económicos y medioambientales para el sector: “el sector agrario es como una esponja, muy receptivo a la innovación cuando se entiende su valor”. Finalmente, hizo un llamamiento para que los proyectos de biogás contribuyan tanto a la sostenibilidad como a la rentabilidad económica de las explotaciones rurales. «Tenemos que implicarnos en proyectos que creen riqueza en nuestro territorio, que sean sostenibles y que nos ayuden a cumplir con las normativas medioambientales”.