La mesa redonda dedicada a los proyectos de biometano en España durante el 17º Congreso Internacional de Bioenergía, reunió en octubre de 2024 a Sergio Cabellos, director de Negocio Público Centro de PreZero; Óscar Maciñeiras CEO de ENCE; Laurence Molke, director ejecutivo de CYCLEØ; y Héctor Palacios, en ese momento Green Gas Originator & Senior Business Developer en ENGIE.
Durante el debate, moderado por la científica y divulgadora Helena González Burón, los expertos compartieron sus puntos de vista sobre el presente y el futuro de este sector. La discusión abordó diversos temas, desde las fuentes de biogás en el país hasta los retos regulatorios y tecnológicos que enfrenta la industria para alcanzar su pleno potencial.
Materias primas para la producción de biometano
Actualmente, alrededor del 50% del biogás generado en España proviene de vertederos, lo que contrasta con la situación en otros países europeos, donde esta fuente representa apenas un 7-8%. Sergio Cabellos destacó que aunque los vertederos juegan un rol importante en la producción de biogás, la tendencia es avanzar hacia un proceso más controlado e industrializado, basado en la digestión anaerobia. Óscar Maciñeiras añadió que los nuevos proyectos en desarrollo están orientados a aprovechar biomasa orgánica de origen ganadero, agrícola y de la industria agroalimentaria, lo que podría transformar la industria en los próximos años.
Retos en la infraestructura y producción
Aunque España cuenta con una sólida red de distribución de gas, los panelistas coincidieron en que aún queda mucho por hacer en términos de infraestructura para la producción de biometano. Héctor Palacios explicó que, aunque el país tiene una extensa red de transporte y distribución de gas, el verdadero reto reside en conectar las nuevas plantas productoras de biometano a esta red. Destacó la necesidad de tecnologías como el «reverse flow» o flujo reverso, que ya se utilizan en Francia para aprovechar mejor las infraestructuras existentes y solucionar el problema de la falta de demanda en algunas áreas rurales.
Producción descentralizada y microplantas
La conversación también se centró en las microplantas de producción de biometano, especialmente en áreas rurales donde no hay acceso directo a gasoductos. Molke compartió su experiencia en la creación de gasoductos virtuales, una solución que permite transportar el biometano producido en estas pequeñas plantas hacia las redes de distribución más cercanas. Este modelo aún debe mejorar los aspectos económicos y logísticos, pero podría convertirse en una alternativa viable para aumentar la producción de biometano en zonas alejadas.
La mesa trató el tema de cómo aprovechar el dióxido de carbono (CO2) resultante de la purificación del biogás. Laurence Molke señaló la integración de nuevas tecnologías, como la metanización, que permiten combinar CO2 con hidrógeno para crear productos innovadores, como el metano sintético. Procesos que ayudarían a reducir las emisiones de CO2 y además ofrecerían nuevas oportunidades en la industria energética.
Barreras regulatorias y oportunidades
A lo largo de la discusión, los panelistas subrayaron las barreras regulatorias que dificultan el desarrollo de proyectos de biometano en España. Los largos tiempos de tramitación y la falta de incentivos claros fueron mencionados como los principales obstáculos.
Uno de los temas clave abordados en la mesa redonda fue la necesidad de establecer cuotas obligatorias de biometano en España, similares a las que ya existen en países como Francia o Dinamarca. Estas cuotas exigirían a los suministradores de gas natural incluir un porcentaje mínimo de biometano en su mezcla, lo que garantizaría una demanda estable y predecible para los productores nacionales.
Según los panelistas, esta medida aceleraría el desarrollo de infraestructuras y proyectos y reduciría la dependencia energética del país fomentando una industria local sólida. Sin cuotas, el sector podría enfrentar ciclos irregulares de crecimiento, dependiendo excesivamente de la demanda externa y de regulaciones de terceros países.
La mesa redonda dejó claro que España cuenta con un gran potencial para el desarrollo del biometano. Los avances tecnológicos, junto con la colaboración entre el sector privado y las administraciones públicas, ofrecen un camino prometedor para el futuro de la bioenergía en el país.